A pesar de la creciente presión por parte de los inversionistas para impulsar sus ventas y aumentar su rendimiento financiero, Nintendo está poco dispuesto a reducir el precio de su consola, Wii U.
En una entrevista para GamesIndustry, un representante de Nintendo confirmó que continuarán vendiendo las consolas a pesar de que éstas registren pérdidas. No se dio a conocer cuánto han perdido por cada unidad vendida, pero eso no es ninguna novedad; todas las compañías de videojuegos registran pérdidas cuando se lanza una nueva generación de hardware. Aún así, Wii U se destaca por su muy lenta adopción.
La consola se lanzó en 2 versiones: una básica por $300 USD y una de lujo por $350 USD. Sin embargo, ambas han acumulado polvo en las tiendas desde que fueron lanzadas. Nintendo anunció la semana pasada que sólo vendió 160,000 unidades en todo el mundo durante el trimestre anterior.
Después de ventas regularmente aceptables a finales de 2012, el presidente de Nintendo, Satoru Iwata, declaró en una entrevista para Associated Press que no rebajaría el precio de la consola, pues consideraba que se ya encontraba a buen precio.
La empresa parece estar comprometida con esa forma de pensar, ya que sostiene que las ventas no han despegado por la falta de títulos importantes del propio Nintendo y de otras compañías; además, ha sido difícil transmitir al público las bondades de la consola y las diferencias que tiene con su antecesor. Por otra parte, la empresa espera resolver estos problemas con los próximos lanzamientos de franquicias reconocidas, como Mario y Zelda.
Aún así, algunos analistas y el público en general consideran que una reducción de precio aumentaría la popularidad del Wii U; especialmente ante la inminente llegada del Xbox One y el PlayStation 4. Es cierto que serán consolas más caras, pero su capacidad gráfica, desempeño y servicios hacen que los consumidores acepten los precios sin mucha inconveniencia.
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