Si hay algo que define a iPhone, además de tener un diseño sofisticado y estar fabricado con materiales de primera calidad, es que su estructura casi no ha cambiado en los seis años que lleva de vida. Cada generación aporta algo nuevo, evolucionando el concepto pero a final de cuentas, la naturaleza y forma del teléfono de Apple permanece. Con la sexta iteración las cosas podrían cambiar radicalmente, pues una patente muestra interesantes innovaciones de estructura y funcionamiento.
El registro no especifica que se trate del iPhone 6, ni algún otro sucesor a futuro, pero en definitiva es un smartphone, tal como evidencia el acomodo de íconos. Según el concepto planteado, la estructura abandona el terreno de lo recto y los acabados angulares para favorecer una pantalla con tendencia curva que cubre la totalidad del hardware, doblándose hacía la parte trasera.
Este desplegado AMOLED estaría protegido por una estructura de vidrio –posiblemente recubierta de algún polímero, como Gorilla Glass, para resistencia adicional–. Dentro, varias capas de la pantalla flexible estarían apiladas para mostrar contenido desfasado, creando una gran diversidad de ilusiones ópticas, la más obvia en tercera dimensión, aunque el documento contempla otras de mayor complejidad, tal vez de cualidades holográficas, como las que desarrolla HP.
Al parecer no es simple estética, la dimensión de profundidad crearía una interfaz proyectada hacia adentro, compuesta de varios niveles interactivos, como si miráramos al interior de un cubo. Las ventajas de esta invención es que además de ofrecer atracciones gráficas, facilitaría la ejecución de elementos multitarea; las aplicaciones podrían convivir en el mismo espacio, aprovechando la verticalidad.
Dado que la interacción con el aparato será muy diferente a lo que acostumbramos, tendrá un par de cámaras con habilidad de detección facial, las cuales identificarán el modo en que uses el teléfono. Los contenidos responderían acorde a tu mirada, a la posición de tu cabeza o incluso a la cantidad de espectadores.
La patente sugiere que se eliminarán por completo los botones, dejando en su lugar su correspondiente digital, incluido el de volumen. El resto de los controles se manejarían por medio de gestos sobre la pantalla.
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